Las tormentas eléctricas son una fuente de leyendas, curiosidades y situaciones inexplicables. Si bien es cierto que la electricidad es un fenómeno conocido y controlado, las tormentas eléctricas son impredecibles y sus descargas fulminantes.
Hasta ahora siempre nos han dicho que las tormentas eléctricas son peligrosas para los navegantes. En el mar, la superficie plana hace que seamos nosotros el punto más alto y por tanto más cercano a la tormenta, aumentando notablemente la probabilidad de que nos caiga encima un rayo. Por si eso fuese poco, un mástil, un remo/pala (especialmente si es de carbono) es un excelente conductor y dicen que aumenta todavía más la posibilidad de que nos impacte un rayo en el agua.
Es por eso que siempre se nos recomienda no navegar en caso de tormenta eléctrica y si esta nos pilla en el agua, dejar la caer la vela de nuestra windsurfer, soltar la pala/remo y esperar a que pase la tormenta. Esta advertencia puede verse impresa en botavaras de carbono, mástiles, etc.
Pues este verano ha ocurrido algo que puede poner en entredicho estas recomendaciones, sucedió en Colombia, en el lago Guataqe el 13 de agosto de 2011 a las 14:00h. Unos regatistas de la clase RSX volvían a tierra en medio de una tormenta eléctrica muy fuerte, mientras que un grupo de espectadores aguardaban inquietos en tierra, preocupados por el peligro que corrían los windsurfistas. De pronto un par de rayos cayeron sobre ellos, primero alcanzó a uno de los regatistas, luego al otro y a dos personas en tierra.
Las dos personas alcanzadas en tierra tuvieron que ser trasladadas al hospital, mientras que los dos windsurfistas salieron ilesos, sin ningún tipo de daño. Confiesan que sufrieron una potente descarga eléctrica a través de su cuerpo durante menos de un segundo, luego se tiraron (o cayeron) al agua.
Pasado el susto comprobaron como el rayo entró por el tope de la vela, reventando las costuras, quemando el tope del mástil (de carbono), luego saltó de la base del mástil a la tabla en torno al carril, el rayo se propagó por la tabla (que también es de carbono) reventando 4 puntos de salida, dos a popa y dos a proa para finalmente disiparse en el agua.
(fotos eliminadas por problemas en la web de origen)
Lo que ha ocurrido parece fácil de explicar: El rayo impactó el punto más alto, el mástil de carbono que condujo al rayo hacia la tabla que al ser de carbono finalmente disipó la descarga en el agua. La corriente consiguió una ruta con menor resistencia en el mástil/tabla que en el propio navegante.
Este suceso parece contravenir todo aquello que siempre nos han dicho sobre las tormentas eléctricas y la práctica del windsurf, nos hace pensar que estamos más seguros en el agua que en tierra, no obstante surgen preguntas:
¿Pasaría lo mismo en el agua salada del mar?
¿Y si el mástil no es 100% carbono?
¿Y si la tabla es de madera/fibra de vidrio y no contiene carbono?
Mejor no averiguarlo y si hay riesgo de tormenta eléctrica quedarse en casa.
ADRA
(fuente: Página web oficial de la clase RSX)